Enrique Puccia (hijo) y su obra‏

Enrique Puccia, Buenos Aires, 1941-2001. Fue poeta y periodista. Hoy, 10 de agosto de 2011 cumpliría 70 años. Nuestro recuerdo...

Ha publicado, entre otros, los siguientes libros: “Simulacro con todos” (1972), “Otras instantáneas” (1974), “Tópicos” (Primera edición: 1982-Segunda edición: 1985), “Itinerarios y regresos” (1985), “Animales a bordo” (1989), “El caballo en el agua” (1993), “ La Sed ” (1999) y “La foto está movida” (2001).

Entre 1978 y 1982 residió en España, donde obtuvo el Premio Antares (Sevilla, 1979) y participó en el VI Congreso Mundial de Poetas, celebrado en Madrid en 1982. A su regreso a la Argentina , ese año, le fue otorgada la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y, posteriormente, el Premio Municipal de Poesía de la Ciudad de Buenos Aires (Bienio 1982-83). En 1988 el Fondo Nacional de Artes le concedió el Premio a la Producción Literaria Nacional.

Ha sido traducido parcialmente al inglés, portugués e italiano. Poemas suyos se incluyen en diversas antologías, entre las que se destacan “A palavra Nómade-Poesía Argentina Dos Anos 70” (Iluminuras, Brasil, 1990), “70 poetas argentinos” (Plus Ultra, Argentina, 1994) y “Cantos Australes-Poesía Argentina 1940- 1980” (Monte Avila Editores, Caracas, Venezuela, 1995). Colaboró con publicaciones del país y del exterior.

Historia de la flor

Quien cultiva una flor

construye un universo

hace lumbre a su lado

y construye una casa

Quien proyecta una casa

levanta sus paredes

acrecienta sus bienes

y goza con la ingesta

Quien goza con la ingesta

estimula sus vísceras

su apetito es voraz  

y devora a sus víctimas

Quien devora a sus víctimas  

vomita con torpeza  

hace un hoyo en la tierra  

y digiere la flor. 

El desierto

Infeliz el que busca 

un camino a sus pies  

y el que en pos de un atajo  

encuentra el infinito

Infeliz el que encuentra

un camino a su paso 

y detiene su marcha 

creyendo que ha llegado

Infeliz el que llega 

y construye una valla 

pensando que edifica 

los límites del mundo

Infeliz el que al mundo

lo mira desde adentro 

y supone que adentro 

hay lugar para él. 

La Sed (1999)