En 1988, ante la iniciativa de Enrique Puccia, entonces secretario de la Asociación Fraga, se propone la convocatoria a una sesión ordinaria de C.D.
El punto a tratar era el siguiente: Enrique Puccia, historiador y escritor, y entonces representante de la Junta de Estudios Históricos de Barracas, preocupado por la desaparición de gran parte de su material de estudio en distintas sedes de instituciones barraquenses, decide confiar en la Asociación Fraga el resguardo de su patrimonio histórico.
La aprobación de la iniciativa fue unánime y se resuelve la creación de un espacio físico para el funcionamiento de un archivo gráfico, que el mismo Enrique Puccia se encargaría de clasificar, y que a su vez sería su lugar de estudio.
Luego de varios acuerdos con la dirección de la Escuela Pte. Derqui se decide el espacio en donde funcionaría. Se determina el lugar en el “Aula Mayor” de la escuela. A tal efecto, se construye la pared divisoria y se acondiciona el ambiente para recibir el material.
Se reciben entonces algo mas de 50 paquetes, la mayoría cajas de camisas y otros hechas con papel de diario e hilo, y que contenían en su mayoría recortes de diarios, libros y fotos. Se recibe también una estantería color celeste para albergar dicho material. A los pocos meses, Enrique Puccia envía una mesa y cuatro sillas para comenzar a trabajar.
Se construye un altillo de madera que funcionaría biblioteca y se instalan dos estanterías de cedro para albergar los libros.
La falta de tiempo de Enrique Puccia junto a varios problemas personales y el fallecimiento de su esposa hicieron que Enrique abandonara el proyecto.
En 1995, fallece Enrique, siendo el único miembro de C.D. capacitado en ese entonces capaz de llevar adelante el archivo.
En diversas reuniones, se consultó con su hijo sobre el destino material, quienes reconocieron el legado de su padre a la Asociación Fraga.
En 1996, en sesión ordinaria de C.D., se propone la intervención de personas capacitadas para la clasificación del material de Enrique con el objeto de reanudar el proyecto del archivo gráfico. Quedo descartada la posibilidad de contratar un bibliotecario, u otro entendido por falta de recursos económicos.
En 1997 se consulta al señor Gregorio Traub, representante de la Junta de Estudios Históricos de Barracas y socio de la Asociación Fraga, sobre la situación del archivo.
La C.D. decide por unanimidad, encomendar la especifica tarea de seleccionar, clasificar y encuadernar el material del archivo, al Sr. Traub, quien considera a los miembros de la Junta de Estudios Históricos de Barracas como los mas capacitados y confiables para dicha tarea: Gregorio Traub, Susana López, Luís Zorz y Enrique H. Puccia (hijo).
Desde entonces los miembros de la Junta trabajan desinteresadamente en esta tarea.
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